La participación es uno de los principales derechos a trabajar con los niños, niñas y adolescentes. Para ello es necesario un cambio en la forma en la que vemos a la infancia. La consideración de la infancia como ciudadanos con derechos no es una idea aún ampliamente extendida. En este aspecto hay que trabajar mucho la formación adulta, de manera que llegue a la consciencia de que los niños y niñas pueden opinar y participar de sus propias decisiones e ideas. Desde decisiones cotidianas y poco transcendentes, como las excursiones, la distribución del aula por ejemplo, hasta cuestiones más importantes como las normas de convivencia, son aspectos a trabajar son los niños y niñas de manera que vayan siendo capaces según su edad de ir adquiriendo habilidades para la libre y formada participación.